DOCE DESTINOS INSÓLITOS DE GALICIA

1. Desambocadura del río Xallas en Ézaro

Una maravilla natural que sólo puede verse en contadas ocasiones gracias a la siempre “oportuna” mano del hombre. El curso del único río de Europa que desemboca en el mar mediante una cascada fue alterado para construir una central hidroeléctrica y la antaño caída espectacular quedó seca. Dejando aparte las consideraciones sobre este tipo de energía, estaba claro que era una decisión, cuanto menos, cuestionable. Actualmente se abre el embalse en unos días concretos del año y en un horario previamente estipulado. Merece la pena averiguarlo con antelación y desplazarse desde la cercana Fisterra para contemplar desde el mirador la espectacular cascada.

2. Termas de Ourense

No hace falta irse a Islandia para disfrutar de las piscinas naturales de agua humeante, ya que Ourense es tierra de termas y aguas mineromedicinales, y entre la amplia oferta de toda la provincia, estas fundamentalmente destacan por dos razones: la situación, al lado de la ciudad, perfectamente comunicadas (también existe un tren turístico que lleva a ellas) y al borde del Río Miño; también el precio, pues la mayoría de la termas son gratuitas.

3. Acantilados de A Capelada

Con 613 metros de altura, estos acantilados casi verticales son los más altos de la costa peninsular y unos de los más altos de Europa. Se encuentran en la Sierra de la Capelada, entre las rías de Cedeira y Ortigueira. El acceso se hace a través de una carretera inmersa en un bosque, y luego tomando una especie de pista forestal (está señalizada) hasta la cima, donde hay un Mirador y un extenso parque eólico.

4. Parque del Pasatiempo de Betanzos

“Pasado de moda” se le queda corto, su concepción y construcción pertenecen a otro tiempo y a otra mentalidad, esa que necesitaba construir reproducciones de las maravillas del mundo moderno a escala para que personas que probablemente no se moverían nunca del sitio en el que nacieron también pudieran conocerlas.

5. Desembocadura del río Miño

Desde lo alto el Monte de Santa Tecla en A Guarda podemos encontrar una vista privilegiada de la desembocadura del río Miño, frontera entre España y Portugal por el norte. Vista preciosa sobre todo al atardecer que se puede disfrutar tomando algo en el bar de la cima. El acceso se realiza en coche por una carretera revirada pero bien asfaltada, no requiere prácticamente esfuerzo físico. A mitad de camino durante la subida podemos encontrar el Castro de Santa Tegra, acompañado de los restos de un gran poblado con la base de las viviendas bien conservadas, dibujando formas circulares que aderezan el paisaje.

6. Monasterio de Caaveiro

Escondido en el corazón de las maravillosas y espectaculares Fragas do Eume, se encuentra un antiguo y mágico cenobio. Mágico por su situación, envuelto porla espesura de un verdadero bosque autóctono, mágico por su historia, ya que sus piedras nos cuentan más de 10 siglos de legendarias y épicas aventuras.

7. Pazo de Oca

Cerca de Santiago y en el municipio de A Estrada, el de Oca es una auténtica fantasía barroca por su jardín y uno de los mejores y mejor conservados pazos de la Galicia del siglo XVIII. El Pazo de Oca es uno de los mejores representantes de la arquitectura señorial de la Galicia del siglo XVIII. Situado en el municipio de A Estrada, este palacio tiene sus orígenes en una fortaleza del siglo XI, reconstruida en el siglo XV.

8. Fervenza do Toxa

Es una de las de mayor altura de España y de las más hermosas de Galicia, está situada en lo más profundo de un hermoso bosque, con pinares, carballeiras (bosques de roble) y otras especies autóctonas, como la xesta, a la que los locales dicen que hay que hacer un nudo en sus hojas para que la vida te permita volver en un futuro.

La cascada en sí es impresionante, y se encuentra a pocos metros de la desembocadura del Toxa en el Deza, que da nombre a esta hermosa comarca, y que a su vez morirá en el Ulla. El agua cae con tanta fuerza que se forma una especie de niebla densa que al chocar contra la pared de granito que cuasi-rodea la zona de caída vuelve a subir, dando la sensación de "llover hacia arriba". Hay que tener en cuenta este detalle, pues las cámaras pueden sufrir por la humedad.

9. Castro de Baroña

Aunque hay varios castros en Galicia mejor conservados e investigados (el de Santa Tegra es un ejemplo), la situación de este es especial: desde cualquier rincón se escucha (o ve) el mar, el paisaje que lo rodea apenas ha cambiado (aunque una casa en la playa adyacente quiebra un poco la armonía) desde que el lugar estaba habitado hace 2000 años, el océano rompe contra las rocas, y suelen divisarse delfines. Contemplar la puesta de sol sentado en sus rocas es una experiencia difícil de olvidar.

10. Monasterio de San Pedro de Rocas

Único por estar escavado en la roca natural. El paisaje, marcado por el aislamiento y soledad, nos lleva a los remotos tiempos en que los ermitaños y anacoretas ocupaban los escondidos parajes de la Ribera Sacra.

11. Castillos de San Felipe y La Palma

A la entrada de la ria de Ferrol se encuentran estos dos castillos, el de San Felipe puede ser visitado en su interior, mientras el otro solo podremos observarlo desde el exterior. El castillo de La Palma se encuentra situado próximo a la Villa de Mugardos, típica y famosa por su pulpo y ademas también podremos disfrutar de un paseo en barco entre los castillos, el puerto y la dársena.

12. Castillo de Pambre

Cerca de Palas de Rei, se encuentra actualmente en ruinas. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar medieval de Galicia. Fue construido en torno a 1375. De planta cuadrada, y cercado por una muralla de planta irregular que se adapta al terreno. En el interior se conserva un hórreo de cuatro aires colocado en parte sobra la muralla exterior. Es de planta rectangular, con la estructura de granito y la balaustrada de madera.

Fuente: 20minutos